jueves, 5 de mayo de 2011



Delante del mar estás, ¿qué haces allí? no lo se, no creo que a ti te importe mucho, ya que los últimos rayos del sol de la tarde se reflejan en tu cara y en tu cuerpo. Desde lejos marcan tu silueta, te difuminas con el oscuro horizonte que mece la luna. Los del sol, mi mirada.

Ya de noche, frente al mar sientes la brisa en tu cara. Un suspiro dulce y frío roza tu cuello, haciendo que te envuelvas en un escalofrío intenso, que revive todos tus sentidos, cierras los ojos. Yo, el suspiro.

Avanzas dos pasos, notas agua entre los dedos de tus pies. Abres los brazos, empieza a llover suavemente, cada gota es un beso que empapa lentamente tu cuerpo, y que te incita a tocar el cielo. Pareces las nubes conquistando la luna. La lluvia, mis labios.

Me bordeas y entras en mí, quiero que nades en mí, el oleaje te desnuda con su movimiento. Ahora soy el mar que te atrae, que te evade, que te invade, que te inspira, el que te hace temblar todos los días, el que te hace libre. Soy tu compañía, tu esperanza, tu desobediencia y rebeldía, tu locura más extrema. Soy la presencia que notas, la que sientes, la que extrañas cuando estás perdido entre tu mente. Impredecible en el momento, intensa en el corazón, te brindo el don de conseguir los sueños ya perdidos en recuerdos. Sumérgete de nuevo en mí y te haré sentir con más intensidad las palabras que gritan mis olas al impactar con la arena.

Andrea Castro Ortiz (05.05.11)


*Me pasa el tiempo volando a tu lado, quien lo iba a decir, un mes ya... Y estés donde estés, aquí o allí, estaré yo a tu lado, mirándote con ojos de caramelo, recorriendo tu espalda con mis dedos de chocolate, que con el tacto se funden en la piel, como lo haces tú al rozar tus labios con los míos… Te quiero ♥

No estás solo, ¿no me ves, cogiéndote de la mano?


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