Amenaza del mundo. Porque cuando piensas que todo te está saliendo bien, te sientes cómodo, a gusto y sientes esa euforia dentro de ti, que parece que hasta se te vea el aura alrededor. La sinceridad en los ojos también, ese bien estar casi infinito casi, porque al fin y al cabo se tuerce, haciendo que todo sea una gran mierda, una gran decepción, doliéndote todo pensamiento y acción. Y vuelves a empezar de nuevo, pero ¿para qué? Si todo acaba igual, te vas a desgarrar el pensamiento, siempre vas a buscar algo que no encontraras y si por casualidad lo encuentras se marchará, como el rayo de luz del sol que entra por la ventana, que desaparece al besar la noche, amante del día nublado que amanecerá mañana…
Se simple guíate por la cabeza y no por el corazón. Se tan frio y distante como una tarde de enero. Mira a tu alrededor, analiza, entiende, comprende, llega al punto más alto, se feliz, no necesitas nada ni nadie, solo tú. Aprende a vivir, confórmate con lo que tienes y lucha por lo que te llene, sino no lo hagas. Te va a doler.
Cada cosa tiene un significado, tiene un fin y una consecuencia. Simplemente se trata de saber manejar tus cartas, y jugarlas de la manera más estratégica e inteligente, calculadora. Si flaqueas, te hunden. Y a mí no me van a hundir, porque se lo que me hago, lo tengo más que calculado. Creer en mí.
Se veloz y ágil, esto no va a quedar como tú quieras, sino como yo desee que acabe.
Andrea Castro Ortiz (19.09.10)
