lunes, 1 de febrero de 2010

Mi cama está fría (parte 5)

Para que lamentarse, si por lo que te lamentas no vale, ni ha valido la pena. Para que sientes algo, si no hay nada por lo que sentir. Para que perder más tiempo del que ya has perdido, si tus agujas del reloj giran al revés del mundo…
En un monstruo, esclavo de los pensamientos y las dudas, de las preguntas, de las respuestas sin respuesta. Esclavo de algo, de algo efímero y sin sentido, atrapado en algo, en algo vacio y muerto. Ha estado alimentándose y creciendo de un falso amigo normalmente.
Porque este monstruo ya no siente nada más que no sea sentir como un monstruo. ¡Me comportare como tal! Me dejare llevar, no lo controlaré, saldrá de su jaula que es mi piel y gritará su alma que es mi voz.


Andrea Castro Ortiz (31.12.09)

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